Cincos, un poema
He querido compartir este poema. Lógicamente mi blog es su lugar natural. Me empeñé en publicarlo bajo la forma de un vídeo, con fondo musical o sólo texto y leerlo después, para los que deseen revisarlo con calma. Me encantaría conocer sus comentarios.
Poema en texto, a continuación.
Cincos
En el primer cinco hubo dos
Siempre me atrajo verlos juntos
me gustó su porte
tal vez algo de distinción
Entonces Albert Eistein se apagó
y dos días después llegué luego de meses de nadar y flotar
al primer contacto con el universo
un paso más acá de la nada
Al otro cinco le antecedió un seis
Lindos de verdad
Llenos de esperanza, ilusiones, asombro
Ya había descubierto las estrellas y los planetas
hasta me topé con los atómos y las moléculas
Robinson Crusoe y la Isla del Tesoro invadieron mi mente y mis sueños
y entre uno y otro Donald y Mickey saltaban ligeros
a mis sonrisas matinales.
La pantalla, con aquel ojo verde mirándome y despidiéndose
O aquella señal que despertaba en la radio
para mostrarme con sonidos los misterios de la imaginación
En un caballo de caramelo conocí el amor
ojos tristes y profundos que me acompañaron siempre
Y una mano compañera asomó para andar conmigo los otros cinco
Al siguiente cinco lo considero irreverente
El siete a su lado nunca estuvo conforme
Ya estaba herido, y los sueños eran otros
la muerte ya existía y la tristeza vagaba por entre los laberintos de la imaginación y la esperanza
Mamá, papá, se borraron del diccionario y no se pronunciaron jamás
y la mano que formó una sola con la mía se desvaneció en silencio
Entonces soñé con la libertad
Me uní a un coro de millones de voces
Grité mi universalidad
Me declaré apátrida
Me encumbré sobre mis certezas
y amé a la humanidad
El ocho y el cinco fueron una mezcla extraña de asombro, renacer e incertidumbre
Descubrí a un padre que no sabía que existía
y enamorado de la madre volví a soñar de nuevo
Mi mundo se llenó de manitas, fantasías y canciones de la infancia
Cricrí vino a revisitarme, y Bombón Primero, el Venadito y La fiesta de los muñecos hicieron antesala en mi garganta
para cantarle a mi hijo y decirle que lo amaba
Pero en esa trigésima vuelta al sol algo dejaba vacías las calles
Y los discursos se empezaron a quedar sin alma
No reconocí la duda cuando se me presentó
y miré a un lado para no enfrentarla
Todo fue duda, excepto mis amores
Los nueve con su sensación de fin antes del diez me incomodan
Pero esta vez, el cinco le recibió como un reinicio
Sin discursos, ni banderas, ni irredentas voluntades
Al nuevo mundo siguió el viejo y perdido en la selva de cemento
me escapé
Entonces caí, una y otra vez,
una y otra vez, en un nueve repetido y desolado,
sin futuro
sólo presente y soledad
Se fueron muchas materias, átomos, moléculas, planetas y cometas
y después de la tormenta llegó el bebé
risa eterna y fantasía
Esta vez cantamos a Sabina, junto con Cricrí y Gabriel
Y el pirata cojo bailó con Bombón Primero, mientras la rana saltaba al estanque de la música
Nuevamente mis amores me salvaban
La blanca luz de mi eterna princesa y los dos hijos de su rosado vientre
Cincuenta vueltas,
cero y cinco esta vez,
hermosos y aventureros
dispares e incomprendidos
Ahora Robinson Crusoe volvió a navegar aguas turbulentas
a habitar paraísos infernales
La familia Robinson construyó su fortaleza,
firme y altanera reducto y olvido,
lejos de la pisada de los demás y nostálgica de amigos
Desdibujando y dibujando
Tejiendo y destejiendo
Viendo aflorar los descendientes
Dejando un poco de nuestro polvo de estrellas en ellos
y tal vez creyendo, que podemos volver a reunir, el cinco y el cinco
el sueño con la realidad
el amor con la carne
Y ahora vienes tú, con el uno delante,
desafiante
Uno y cinco,
el lejano número que otrora me espantó
Sesenta vueltas al sol,
sesenta ojos abiertos,
manos extendidas,
sueños truncados,
amores perdidos
amores ganados
padres lejanos
hijos cercanos,
Fragmento del microcosmos en el que vivo
Aquí estoy, esta vez te espero con la adarga al brazo
Y mis plateadas luces dispuestas
Cuántas otras vueltas con cincos me esperan
Sólo espero que las suficientes para agotar el combustible
y regresar a la nada,
de donde llegué
allá, por 1955
Diciembre 31, 2014.
A mi familia. Mi todo.
© 2014 Emilio Ortiz Guinand – Bajo licencia Creative Commons – ver términos en el blog Extempforaneo.net
Creo que este poema ya lo había leído. Lo hago nuevamente y me brinda la satisfacción de encontrarme con un cumulo de reminiscencias que envuelven el discurrir existencial, con sus pro y contras, sus satisfacciones, pesares, experiencias significativas, evocaciones, etapas del desarrollo evolutivo, acercamientos, distancias, separaciones, emociones y amor familiar que aun en las ausencias, se intensifica y se extraña mas.
Admiro tu secuencia, redacción, expresión verbal, riqueza en tu vocabulario, presencia de símiles, profundas cavilaciones y sublime inspiración que no era para menos tratándose de fin de año.
Me siento orgullosa de ti. Gracias por existir.
Gracias por tus hermosas y profundas palabras. Son un halago tremendo y un honor recibirlas de ti.