Muerte en colores de una hermana del Sol

La imagen bien parece una de esas fantasías digitales, expuestas en Digital Blasphemy, pero no, es real, es en nuestro maravilloso cosmos. El Telescopio Espacial Hubble capturó el dramático final de una estrella similar a nuestro sol. Exhausta de combustible expande sus capas de gas, formando un capullo alrededor del núcleo estelar remanente. La luz ultravioleta de la estrella moribunda provoca que el material resplandezca. Hacia el centro se puede ver un pequeño punto blanco: es la estrella, convertida ahora en una “enana blanca” y que probablemente mantendrá esta categoría por unos cinco mil millones de años más.
La que alguna vez fue una estrella amarilla, muy similar a nuestro Sol, se encuentra a unos 4 mil años luz de La Tierra, es decir, que la imagen obtenida por el Hubble el 6 de febrero de 2007, es una “instantánea” de cómo era NGC 2440 (su nombre en el catálogo estelar) hace cuatro mil años. Es fascinante recordar que siempre, al mirar el cielo nocturno, damos una ojeada al pasado. Aún la luz de la Luna y del Sol fueron, no son, pero con una diferencia de minutos. Mas, en el espacio profundo, esos bellos puntitos de luz que adornan nuestras noches planetarias, son retratos de lo que “una vez fue”, hace miles o cientos de millones de años.

Créditos de la foto: NASA, ESA, and K. Noll (STScI)

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