La voz de James Hansen
En diversas oportunidades he mencionado a James Hansen. Su voz se multiplicó cuando denunció los intentos, por parte de la administración Bush, de acallar sus advertencias sobre el calentamiento global y sus consecuencias para el planeta. Entonces las manipulaciones burocráticas lograron el efecto opuesto: sus planteamientos, levantados sistemáticamente durante años, y sus estudios recientes sobre los dramáticos cambios que sobrevendrán si no se actúa de inmediato, se abrieron paso en los medios y fueron más escuchados que nunca.
El último número de la revista Seed presenta un panorama del hombre y su lucha:
Hansen se convirtió en director del Goddard Institute for Space Studies en 1981 y, luego de publicar un ensayo en Science que aplicó el término ‘calentamiento global’, observó cómo la administración de Reagan cortó los fondos para su laboratorio. Ese fue un roce inicial con la política y prefiguró lo que vendría posteriormente”.
En el artículo, de Chris Mooney, se menciona que Hansen es tal vez la voz científica líder a nivel mundial en la investigación del clima. Puede ser, no me atrevo a asegurarlo. Desde otra perspectiva y tal vez menos esperanzado, encontramos a James Lovelock. Pero sea como fuere, este otro James, ha jugado y sigue jugando un rol fundamental en la lucha contra el calentamiento y su visión es contundente y dramática:
Hansen incluso no teme a los juicios de valor tampoco. Con creciente estridencia, él ha estado articulando una premisa, esencialmente moral y política: no podemos soportar mucho más calentamiento global inducido por el hombre si queremos preservar el planeta en el estado que en realidad deseamos. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, originalmente había unido al mundo tras el objetivo de prevenir ‘la peligrosa interferencia antropogénica con el sistema climático’, pero dejando la palabra ‘peligrosa’ convenientemente indefinida. Hansen sin embargo, la ha definido explícitamente, esbozando en el proceso un escenario mucho más alarmante que aquellos producidos por el Panel Inter-gubernamental para el Cambio Climático de la ONU, el cual es más conservador. De acuerdo a Hansen, sólo podemos aguantar un grado más, como máximo, de calentamiento global inducido por la actividad humana, antes de vernos comprometidos con consecuencias simplemente intolerables, mayormente temidas, la desintegración de las capas de hielo, seguidas por un catastrófico aumento en el nivel de los mares, medido en decenas de metros. Trasladando eso a años, Hansen dice que posiblemente contamos con una década para poner el problema del clima bajo control.”Vía Gristmill
Ste articulo m parece muy interesante, y creo q’ James Hansen es una d las pokas personas concientes realmente en ste planeta sobre los efectos d nuestras acciones en el ambiente, es realmente admirable.