En la dimensión desconocida.
Heme aquí, en casa, una noche de un sábado cualquiera. Utilizando los recursos del «Primer Mundo», tengo a mi disposición películas, series, joyas y porquerías del cine y la televisión, las cuales selecciono a placer en mi tv a través de un pequeño y muy cómodo dispositivo que me inunda de contenido recurriendo a la banda ancha en Internet. Parece tan simple y común que uno presiente que lo ha tenido toda la vida y sin embargo es sólo uno de los muchos adminículos electrónicos que envuelven nuestras vidas en este lado del orbe y que nos diferencia –con un abismo de separación– de tantos otros. Lo cierto es que en este nuevo mundo de «comunicación aislante» como me gusta denominarlo, me topé con la primera temporada de la serie para televisión The Twilight Zone que en Venezuela y algunos países hispanohablante, se dio en llamar La dimensión desconocida.
Es curioso porque, como quien se refleja en un espejo-que se refleja en un espejo-que se refleja en un espejo, las historias de la serie, transmitidas por vez primera en 1959, nos hacen sentir en un mundo que pasó y está presente. He visto los episodios creados y escritos por Rod Serling con la misma pasión que me inspiraron cuando los disfruté siendo un joven. Quién sabe a qué edad comencé a tener conciencia de ellos. Sólo sé que al igual que a muchos, me ayudaron a soñar el mundo del mañana, a amar la ciencia ficción, a devorar los libros de Asimov, Bradbury o Stanislaw Lem o a temer de nosotros mismos. Hoy, revisando sus historias, su referencia a la Twilight Zone ( o zona de la penumbra, entre la claridad y la oscuridad, una quinta dimensión donde cualquier cosa es posible), permitía abordar asuntos muy relevantes al hoy de la especie humana, de la sociedad en que vivimos, de sus pesadillas, temores y expectativas en un tiempo en que la censura –de las redes de televisión o el reciente macartismo– mutilaba la libertad y el análisis crítico. ¡Qué hermosura de episodios! en blanco y negro, sencillos escenarios, actuaciones magistrales, parlamentos y narraciones cuidadosamente elegidos y con una duración de apenas 25 minutos. En sus dramas o comedias hicieron su aparición muchos grandes actores, y en ocasiones las historias fueron escritas por autores de la talla de Ray Bradbury.
He querido escribir esta nota luego de ver un episodio llamado Walking Distance, en la que un hombre, ejecutivo «exitoso» de una compañía de medios se encuentra con su pasado y descubre lo que ya no posee en su aparente triunfante vida. El tiempo apremia al inicio de la historia. Un hombre nervioso, apurado y neurótico. Una caminata hacia lo que fue su lugar de la infancia le lleva a retroceder 25 años y reencontrar lo que perdió en el camino. En el esquema clásico de la serie, el propio Serling narra las circunstancias del relato con estas palabras:
Martin Sloan, 36 años de edad; ocupación: vicepresidente a cargo de los medios en una agencia publicitaria. Para Martin Sloan este no es sólo un paseo dominical. Tal vez no lo sepa en el momento pero este es un éxodo. En algún lugar del camino está buscando la cordura y en algún lugar del camino encontrará algo más. [Traducción libre mía]
Sólo en la dimensión desconocida puede Martin Sloan ver de nuevo su infancia un día de verano: la fuente de soda, la feria, la familia, los placeres del carrusel y del contacto sin apuros con los demás y con nosotros mismos. Reconoce entre las agradables calles a sus padres y se ve a sí mismo niño, generando un conflicto que lleva al pequeño Martin a golpearse una pierna con el carrusel, lo cual dejará ligeramente cojo al adulto… Tras dos dramáticos encuentros al fin su padre le reconoce y sabe que viene del futuro. Entoces le dice «hay sólo un verano para cada cliente». Le indica que no debe buscar la felicidad en el pasado sino en su tiempo, en lugares en los que tal vez no ha buscado aún. Martin Sloan regresa a su mundo, ahora cojo, para reiniciar su camino por la carretera y volver a su vida. Rod Serling finaliza el episodio con estas palabras:
Martin Sloan, 36 años de edad; ocupación: vicepresidente a cargo de los medios en una agencia publicitaria. Exitoso en la mayoría de las cosas excepto en el esfuerzo que todos los hombres intentan alguna vez en su vida: regresar a casa. Y también, como todos los hombres, habrá una ocasión –tal vez un momento en una noche de verano– cuando levantará la vista de lo que está haciendo y escuchará la música de un organillo y escuchará la risa y las voces de la gente y los lugares de su pasado. Y tal vez pase por su mente un vago deseo, el de que un hombre pueda no tener que hacerse viejo, o hacerse mayor para los parques y el carrusel de su juventud. Y sonreirá entonces también porque sabrá que sólo es un vago deseo, una brizna de recuerdo no muy importante realmente; sonrisas fantasmas que cruzan la mente de un hombre, que forman parte de la dimensión desconocida. [Traducción libre mía]
No hay un final feliz. No era ese el objetivo de The Twilight Zone. Había una historia, hecha con buen arte, una obra de arte.
Me voy a dormir. ¡Buenas noches mundo!
Despues de leer esto me baje los 158 episodios de Twilight Zone y voy por el cuarto desde el comienzo. Que buenas que eran y son. Tambien me recordo otra serie vieja muy al estilo: Amazing Stories si mal no recuedo de Steven Spielberg.
Perdona que no te haya respondido antes querido amigo, pero ahora con teclado nuevo puedo hacerlo sin muchos tropiezos.
Creo que te van a gustar mucho. Hay algunos que pasan como si nada, mas los importantes son aquellos que dejaron huella y que seguro inspiraron a muchos cineastas y autores. En la Dimensión desconocida, la superficie es un pretexto, el fondo es lo que cuenta.
Un abrazo
¡Excelente nota! Esta serie marcó un umbral en mi vida. Es el unitario de suspenso por excelencia, y dejó un legado que nos sigue enseñando, entreteniendo e inspirando.
La Dimensión Desconocida es una serie atemporal que marcó un quiebre en la forma de contar historias perturbadoras, futurísticas, paranormales y – muchas veces – kafkianas.
Redacté una crítica en honor a esta serie, comentando algunas de las cosas que ha inspirado (como películas y capítulos de los Simpson).
Te invito a chequear mi nota para comentar y sugerir:
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¡Saludos!
Luciano. Seguime en: https://www.facebook.com/sivoriluciano