Elecciones USA 2016: La vergüenza de América

Las elecciones en los Estados Unidos son una vergüenza y punto. No es una expresión dubitativa o una advertencia a futuro. El candidato del partido republicano, Donal Trump, ha expuesto con abundante ilustración retórica, en declaraciones públicas y en las acciones a lo largo de su vida, un absoluto desprecio por la verdad, el honor, la palabra, la justicia, la democracia, la cultura, la inteligencia, la diversidad cultural o racial. Ha sido capturado in fragante, en un vídeo del 2005, mientras conversaba con el anfitrión de Hollywood Billy Bush sobre sus intentos sexuales con una mujer: “Me lancé hacia ella como a una perra, pero no lo conseguí. Ya estaba casada (…). Entonces, de repente la veo y ya tiene tetas falsas y todo, ha cambiado totalmente su aspecto”.

Más adelante, antes de bajarse del autobús donde le grabaron sin que se diera cuenta, prosigue diciéndole a Bush: “Me atraen las mujeres bonitas automáticamente. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar (…). Y cuando eres una celebridad te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras (…). Agarrarlas por el coño. Puedes hacer de todo”.

Enfrentado a sus propias palabras, Trump señala que fueron afirmaciones entre hombres en una “conversación de vestuario”. Su conducta es la de un agresor sexual. Punto. Eso no tiene disculpa ni pertenece al espacio de las conversaciones privadas.

Trump se confiesa habilidoso en la utilización de las fallas del sistema para evadir impuestos y como tal lo ha hecho, usando bancarrotas y desastres financieros aparentes para quedarse muchos millones que debían, de otra manera, ser recaudados por el fisco.

Estos últimos acontecimientos no han hecho más que confirmar que Donald Trump es un bribón, patán, un hombre sin principios, misógino, ignorante, racista y fanfarrón. La tragedia de Estados Unidos es que el personaje del que estamos hablando no es el busca pleitos o matoncito del barrio, el adolescente patotero que abusa en la comunidad, el fanático neo-nazi que alardea solitario en un bar de blancos elegidos. No, se trata nada menos que del candidato a la presidencia por el partido republicano.

En un desfile de hipocresía y falta absoluta de principios, muchos de los líderes fundamentales de esta organización, esos que van a la iglesia cada domingo y le piden a Dios que les proteja de tener un hijo gay, esos que atacan a los liberales porque sus ideas disolutas amenazan a la familia, esos que piden “ley y orden”, apoyan y aprueban que un hombre así pueda ser presidente de su país. Ese sólo hecho les descalifica ante mis ojos, desde el candidato a la vicepresidencia Mike Pence hasta los congresistas Marco Rubio o Paul Ryan.

Pero la mayor tragedia es que a una franja importante de norteamericanos blancos no les importe en lo más mínimo lo que ha hecho, hace y dice Trump y le consideren su voz, su líder, su herramienta para conquistar el poder. Lo más bárbaro de la sociedad, los racistas resentidos, los racistas escondidos, los machistas frustrados, los reaccionarios y pro nazis, los anti-demócratas, los pro-violencia, los que tienen más en común con los enemigos de sus padres en la Segunda Guerra Mundial que con sus propios padres, los xenófobos, forman parte del ejército de electores de Donald Trump.

La tragedia es que Hillary Clinton es la peor candidata que podría tener el partido demócrata. No creo en el clan de los Clinton, ni en su trayectoria. Nunca he sido su partidario y aunque no soy de su organización, nada me hubiese gustado más que ver a Bernie Sanders al frente de la candidatura. Pero debo confesar que votaré por Hillary porque es menester evitar la llegada de un monstruo como Trump al poder. Por más que no confío en Hillary, veo muy bien la diferencia y estoy persuadido de  la catástrofe que podría significar Trump para el avance de la sociedad, para la democracia y la libertad y creo que todo aquél que tenga consciencia del significado de esa barbarie, debe votar por Hillary Clinton y derrotar electoralmente y con ello moralmente, a la faz del fascismo que asoma en la política de este país.

3 comentarios

  1. Wow, tremendo análisis! Gracias, más claro Imposible!

  2. Trina Lee de Hidalgo

    Excelente artículo. Lo que explicas está pasando en muchos países. No se cómo pueden aceptar a candidatos con formas de ser y hacer inaceptables, que contribuyen a llevar al desfiladero a los mismos, enfrentándolos a una crisis social, económica, cultural y moral. Siendo esta última, la peor por la falta de escrúpulos, valores y principios.
    Un placer leerte.

  3. Por no haber revisado mi buzón en varios días, motivado por el cumplimiento de uno que otro compromiso personal, amén de la inseguridad reinante en los alrededores de la sala que frecuento protagonizada por intolerantes de la postura política del encargado de ella, es decir adversarios a un ser humano que realiza labor social (entiéndase que frecuento una sala gratuita administrada por el Estado)…no opiné a tiempo.

    Puedo comprender el boicot que tuvieron que hacerle a ese tipo para que de todas formas llegara a la presidencia estadounidense. Aún así me agradaría informarme que hacen para que la población de un país que repite todavía ser el Norte( ¿el Norte de América? ), cuando no se debe seguir su ejemplo de vida y convivencia, modifique su modus vivendi.

    Desde acá algunos estamos en la siembra de una nueva civilización donde los niños y niñas puedan tener acceso a los alimentos de forma gratuita ( cuando adultos escasamente comemos ) como primer paso para reforzar su aprendizaje integral y moldear su conducta retornado a los valores que se han perdido, esto es producto de la entrega de la confianza hacia puestos gubernamentales en personas que, como el líder fundador en Venezuela de la secta Tradición, Familia y Propiedad, vinculado a los líderes políticos y empresariales de la nación que nunca ha querido si quiera que fuésemos libres (revisar las correspondencias entre Bolívar y Estados Unidos en 1811 para los que tengan dudas ). La pérdida de la moral, del derecho al alimento (a precios justos)que todavía se producen en Venezuela y que acaparan comerciantes para venderlos al 400 %, la falta de acceso y disfrute de la educación gratuita para nuestra formación intelectual y práctica, entre otros factores …¿ es lo que desean algunos que agradezcamos a Estados Unidos ? A otro perro con ese hueso.

Escribir un comentario

Creative Commons License