Calló la voz de RCTV y el despotismo levantó la suya
Radio Caracas Televisión finalizó sus transmisiones, con más de medio siglo en el aire – lo que es mucho decir para una emisora de TV – y un camino enlazado directamente al desarrollo de los medios de comunicación venezolanos y a la historia política, social y cultural de esa nación. A poco de iniciar sus transmisiones en la década de los 50, mi madre, Ana Teresa Guinand, pasó a formar parte del elenco estelar de su programación con el programa Frijolito y Robustiana que dejó huella en toda una generación de venezolanos. Mi tía, Matilde Guinand, fue recepcionista del canal hasta su jubilación. Mi abuelo, Rafael Guinand, fue pionero de la radio y por ende del desarrollo de los medios de comunicación en Venezuela. Tengo razones sentimentales, de sobra, para lamentar y sentir la usurpación de la señal del canal 2 por parte del gobierno.
No ha importado que centenares de miles hayan, nuevamente, protestado y manifestado en las calles su rechazo al retiro de la concesión a RCTV. El gobierno de Chávez y él en particular, sienten un especial desprecio por todo aquello que no sea adulación, incondicionalidad, loas y aplausos al “héroe” liberador. Se han reprimido algunas de las manifestaciones y se ha sustituido la señal del canal 2 de RCTV por la “novísima” del canal oficial TEVES. Un coro de aduladores, acólitos o “moralistas”, han aplaudido la medida, sea aludiendo a la baja calidad de la programación o acusándole de ser herramienta del imperialismo opresor. El vocabulario panfletario, los lugares comunes, las ingenuas o siniestras llamadas a afianzar la revolución, se abren paso sobre las ruinas de la libertad de expresión. La maquinaria asfixiante del despotismo ha mostrado sus garras y ha abusado de su poder a la vista de todo el planeta. Las consecuencias del cierre de RCTV apenas y son visibles hoy, porque como toda dinámica totalitaria, la pérdida de los derechos irá en aumento conforme el poder se acumule en sus manos. ¡Pobres de aquellos ingenuos que creen en la historia oficial! La maquinaria los tragará y escupirá como desechos o engrosarán la nueva crema de corruptos y “acomodados” de la V República. En cualquier caso, es un destino patético.
Hoy, ha sido un día aciago para la libertad de expresión en Venezuela y un día en que renuevo mi profundo desprecio por Chávez, al que la historia, en algún momento, tarde o temprano, pondrá en su lugar.